Sobreentrenamiento I: Consecuencias de un entrenamiento excesivo

En la entrada anterior explicamos la importancia del descanso en el entrenamiento. La mayoría de atletas y personas que realizan actividad física recreativa tienden, desgraciadamente, a entrenar más de lo que deberían creyendo que más entrenamiento producirá una mayor mejora. Y como ya vimos en la entrada anterior, esto no es así.

Cuando una persona sobrepasa su límite sometiéndose a un estrés de entrenamiento excesivo superando la capacidad del cuerpo para adaptarse al mismo produce un mayor catabolismo (destrucción de tejido) que anabolismo (acumulación). Esto es conocido con el nombre de Síndrome de Sobreentrenamiento y los principales síntomas que éste puede presentar son:

  • Trastornos del sueño: quizá este síntoma sea el más importante de todos ya que cuando dormimos es el momento en el que mayor adaptaciones al entrenamiento se producen. Alrededor de las 4 de la mañana es el momento en el que mayor hormona del crecimiento (GH) se segrega y dicha hormona posee una acción restauradora (anabólica) actuando directamente sobre la síntesis de proteína. Si seguimos hablando de hormonas, guiándonos por los ritmos circadianos (frecuencia de segregación de hormonas), a eso de las 8 de la mañana se produce la mayor producción de testosterona, hormona también implicada directamente en la recuperación del entrenamiento y en los procesos anabólicos del organismo, ejerciendo una estimulación de la síntesis de hidratos de carbono y proteína utilizadas durante el ejercicio. Por lo tanto, si no dormimos bien por la noche la producción de estas hormonas se verá claramente afectada. Si a esto le sumamos que otro de los síntomas del sobreentrenamiento es la disminución de estas dos hormonas, lo llevamos realmente claro y si además le añadimos que un entrenamiento excesivo lleva consigo un aumento del cortisol, hormona catabólica, más aun. Y es que el sueño es tan importante que es considerado el tercer aspecto más importante en la escalera de prioridades del ser humano.

Si todo esto no fuese suficiente otros de los síntomas observados por la falta de descanso en el entrenamiento son:

  • Pérdida de peso y de apetito: el primero probablemente será consecuencia de lo explicado anteriormente, ya que el exceso de entrenamiento lleva consigo un mayor catabolismo que anabolismo, la pérdida de peso será debida a la pérdida de masa muscular. También, al perder el apetito no nos alimentaremos lo suficiente ni de la manera adecuada. La alimentación es otro de los factores fundamentales en la recuperación ya que a través de los diferentes macronutrientres facilitaremos la recuperación de tejidos dañados durante el entrenamiento.

  • Pérdida de motivación: si encima tras sufrir horas de entrenamiento agotador un día tras otro observamos que no nos acercamos al objetivo, dejaremos de perseguirlo y abandonaremos. Al no acercarnos al objetivo también podríamos sufrir ansiedad, irritabilidad, inquietud… En casos extremos esto incluso puede derivar en depresión.

  • Falta de concentración mental: probablemente derivada de la falta de sueño, de la mala alimentación y del agotamiento producido por los entrenamientos.

Existen más síntomas pero estos son los principales y más importantes que nos podrán indicar si estamos siendo sometidos a un entrenamiento excesivo. En la próxima entrada continuaremos viendo que más problemas nos puede causar el sobreentrenamiento, esta vez a nivel del sistema nervioso.

Es entrenador personal y director de nuestro centro de entrenamiento, Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Es especialista en rendimiento deportivo Máster en Entrenamiento en Alto Rendimiento Deportivo por el Comité Olímpico Español e International Mentorship de Athletes Performance.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *