Últimamente se ha incrementado el número de personas, sobre todo hombres, que se apuntan al gimnasio con el objetivo de conseguir unos buenos abdominales. Generalmente se piensan que para poder lucir en la playa la tan deseada tableta de chocolate deben realizar miles de abdominales al día, cuándo realmente con esto lo único que consiguen es sobreentrenar esta zona.
Un estudio del Journal Strength and Conditioning Research llevó a cabo una investigación durante 6 semanas dónde uno de los grupos no hacía nada (grupo control) y llevaba una dieta isocalórica (mismas calorías consumidas que ingeridas) y el otro grupo (grupo entrenamiento) llevaba a cabo un entrenamiento de la zona abdominal con un total de 200 abdominales por sesión.
Tras las 6 semanas de entrenamiento se observó que el entrenamiento de la zona abdominal si es efectivo a la hora del desarrollo de fuerza en esta zona, pero no hubo diferencia significativa en la disminución de la grasa en la zona abdominal entre el grupo control y el grupo que si entrenó. Por lo tanto, si no eliminamos la grasa de la zona abdominal, nunca podremos lucir el tan ansiado six-pack.
La conclusión del estudio es obvia, para disminuir la grasa localizada en esta parte debemos complementarlo con alguna actividad extra. La mejor manera de conseguirlo es a través de un entrenamiento por intervalos (HIIT) o ejercicio aeróbico (continuo). Aunque es imposible la disminución de grasa en una zona específica.
Además, la concentración de grasa en la zona media se ha relacionado con casi todas las enfermedades de tipo cardiovascular (hipertensión, diabetes, infartos…). La disminución de grasa en la zona abdominal está relacionada con la disminución de la grasa visceral, la más peligrosa, previniendo así este tipo de enfermedades.