Acumulación de grasa por zonas, ¿a qué se debe?

La forma de acumular grasa varía muchísimo de una persona a otra. Hay quien tiende a acumular grasa en piernas y glúteos, otros en la barriga, etc. Existen multitud de teorías acerca de las causas que pueden provocar estos trastornos; hoy vamos a tratar de explicarlo a través de una teoría de Charles Poliquín basada en parámetros bioquímicos y hormonales.

Papada y mejilla: la acumulación de grasa en estas zonas no está relacionada con ningún trastorno hormanal. Este aumento iría acompañado de un aumento de grasa en una o varias zonas del resto del cuerpo. En caso de aumentar grasa únicamente aquí, se podría tratar de un agotamiento suprarrenal (regulación respuestas de estrés).

Tríceps: el almacenamiento en esta zona estaría relacionado con la cantidad de testosterona que se posea. Por lo tanto, las mujeres al poseer generalmente niveles bajos de esta hormona siempre tenderían a acumular más grasa aquí. De hecho, según Poliquín, ninguna mujer de manera natural podría conseguir un pliegue de grasa menor d 6 mm en esta zona.

Pecho: indica si somos propensos a la aromatización (conversión de testosterona a estrógenos). Si el pliegue del pectoral es mayor al del tríceps lo más probable es que tengamos cierta tendencia hacia esta afección.

Subescapular (espalda, zona omoplato): la tendencia a la acumulación de grasa en esta zona está relacionada con la resistencia a la insulina (resistencia a la captación de glucosa por la insulina). Esto puede derivar en trastornos como la diabetes.

Suprailíaca (encima de la cresta ilíaca, pelvis): altas concentraciones de grasa aquí también están relacionada con la insulina. Controla el consumo de hidratos de carbono para tener a ralla esta zona.

Abdomen: quizá sea la zona que más nos interese a todos. La acumulación de grasa aquí está relacionada con la modulación (control) de cortisol durante un largo periodo de tiempo. Además esta hormona es conocida como la del estrés, reduciendo los niveles de endorfinas (hormonas que producen bienestar). Por lo tanto, el refrán “más vale gordo feliz que flaco amargado” no concuerda mucho con la realidad.

Axilar: la acumulación de grasa en esta zona está relacionada con un trastorno de hormona tiroidea. Esta hormona es realmente importante ya que regula el metabolismo, produce proteínas y regula la sensibilidad hacia a otras hormonas.

Rodilla y gemelo: concentraciones de grasa en esta parte están relacionadas con la hormona del crecimiento y por lo tanto con la calidad del sueño ya que mientras dormimos es cuándo se segrega dicha hormona. La relación entre la grasa de la rodilla y la del gemelo también puede significar toxicidad hepática. Si es mayor en la rodilla que en el tobillo es a corto plazo, en caso contrario la duración es mayor.

Cuádriceps y femoral: en esta parte tenemos malas noticias para las mujeres ya que la acumulación de tejido adiposo aquí está relacionada con los estrógenos (hormona femenina principalmente). En hombres puede significas bajos niveles de testosterona.